El
mal estado de las encías, la escasa higiene oral y los hábitos poco saludables,
como el tabaquismo, pueden favorecer el desarrollo de gingivitis y enfermedad
periodontal.
Asimismo,
estos trastornos inciden en la aparición de problemas cardiovasculares y
procesos inflamatorios.
Una
mala salud gingival puede aumentar significativamente la frecuencia de
enfermedades vasculares, nacimientos prematuros de bajo peso o un mal
pronóstico a largo plazo de enfermedades como la diabetes y la osteoporosis.
¿LA
PERIODONTITIS ES UN RIESGO PARA LA ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR?
Al
ser las enfermedades periodontales unas infecciones orales crónicas que cursan
con un incremento de bacterias debajo de las encías, se piensa que estas
bacterias pueden provocar infecciones a distancia en otros órganos, entre ellos
el corazón.
El
mecanismo sugerido para la asociación entre las infecciones, como las
periodontitis, y la isquemia coronaria, que ocasiona los infartos de corazón,
sería el efecto de las bacterias sobre las células implicadas en los mecanismos
que provocan la arteriosclerosis y su consecuencia más grave,
la aterotrombosis (obstrucción de una arteria por placas de ateroma que
bloquean su luz).
Esta
es una enfermedad compleja, de larga evolución, motivada por gran número de
factores; entre ellos destaca la inflamación, entendiendo por inflamación el
proceso desencadenado por nuestras defensas, en el que participan células de la
sangre y muchos elementos químicos liberados por ellas.
Factores
agravantes:
Factores
que la pueden agravar: el hábito de fumar, una manera incorrecta de encajar los
dientes o algunas enfermedades generales o medicaciones.
La
periodontitis está producida por bacterias bucales que inflaman la encía y
destruyen la sujeción de los tejidos que rodean al diente para que estén
firmes, es decir, afectan al hueso y a la encía que rodean la raíz del diente.
A
medida que la enfermedad va progresando, los dientes acaban moviéndose y
perdiéndose.
A
veces, la persona que tiene problemas en sus encías se da cuenta porque le
sangran (la encía sana nunca sangra), tiene la sensación de dientes más largos
y aumento de la sensibilidad al frío.
Hábitos
cardio-periosaludables
Conocemos
perfectamente cuales son los factores de riesgo de las enfermedades
cardiovasculares.
Los
principales son el consumo de tabaco, la diabetes, la obesidad y el estrés.
Varios
de estos factores de riesgo coinciden con los de las enfermedades periodontales
como son el tabaquismo, el estrés, la diabetes mal controlada y otras
enfermedades, que comprometen los mecanismos de defensa contra las infecciones.
El
tabaquismo:
Es
uno de los principales factores de riesgo de enfermedad coronaria, e incrementa
el riesgo de padecer enfermedades periodontales; los fumadores responden peor
al tratamiento periodontal, y tienen mayores posibilidades de volver a enfermar
tras su tratamiento.
La
mayoría de los factores de riesgo pueden ser evitados modificando nuestros
hábitos.
Sin
embargo debemos conocer que existen otros factores no modificables por el
paciente, como la predisposición familiar.
En
todos los casos, la posibilidad de contraer enfermedades periodontales se
reduce con una higiene oral adecuada y visitas periódicas al dentista.
Concluimos,
resaltando la importancia de establecer sistemas de prevención para reducir el
riesgo de padecer enfermedades cardíacas y periodontales.
Un
estilo de vida saludable, con una dieta sana, variada y equilibrada, la
práctica habitual de ejercicio físico y el abandono del hábito tabáquico,
redundará en una mejoría tanto de la esperanza como en la calidad de vida.
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